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Tenía una escalera al cielo, un perro que mordía, una azotea para ver la palmera saludarme y un viento que jugaba con mi pelo, y de vez en cuando palabras que escribía de corrido para que no se escaparán con mis pensamientos, y por eso quise que a veces dejarlas aquí, por si alguién venía a recogerlas.......

sábado, 25 de diciembre de 2010

la novia del viento




Es tiempo de escribir de nuevo, es tiempo de oler la vida, es tiempo de saborearla a cada segundo, es tiempo de empañar miles de folios en blanco y con palabras, como garrapatas de dos patas, y que enmarañen la fina textura del papel, para así sentirme más libre, para así describir paso a paso, y segundo lo que mi alma siente, lo que ve, lo que percibe con esta luz especial de los regalos de navidad,
El viento ha cambiado de nuevo, se mueve deprisa y con un poco de rabia, no, más bien diría yo, con prisa nada mas, quiere llegar a todos esos sitios donde no he podido llegar yo, quiere acompañarme en este camino, quiere otra vez jugar con mi pelo, y enredarse en mis tobillos y hacer un círculo mágico y secreto, y ponerlo en mi dedo, porque siempre he sido su novia, y ahora no quiere, por mucho que no le escuche, que me aleje de el, y por eso, cuando saco al perro en la mañana, me sigue un poco rabioso y celoso, y también orgulloso, y me sigue los pasos, y juega conmigo, y se ríe con esa risa de cascabeles que yo antes tenía y perdí allí en lo lejos, cuando él me consolaba con su silbido, me arropaba con su brisa, y me dejaba que fuera siempre delante o detrás de él, y como me ha visto feliz, o casi de serlo, se ha puesto a mi lado, y me ha dicho con los arboles, con las hojas caídas en el césped, con el romper de la ola en la marea, con la fuerza del mar y las piedras rodadas de la playa que me vio nacer, que no le importa que sea de otro, si con eso yo soy feliz, pero que por favor, que me deje envolver siempre por su presencia, que lo sienta aunque no tenga azotea ni balcón, cuando saque al perro, cuando haga el amor con el ser que amo, o que amare, porque todavía no sabemos si el verbo amar es en pretérito pluscuamperfecto, en presente, o por siempre jamás, que por favor, no me quite el anillo que el hoy ha puesto enredado en mi dedo, y que lo ponga siempre en mi mano izquierda, donde esta mi corazón, y que cuando lo necesite, porque este triste o sola, o simplemente llena de amor, que toque con ese anillo mágico, las alas de su halito divino, y el enseguida y deprisa y corriendo, vendrá como siempre, a llenarme las noches vacías o llenas de amor. Pero que no le deje, que para él siempre seré su novia, la novia del viento.

Dedicado a una persona muy especial que viste de azul como mi mar, cuando trabaja, y su insignia es esa, las alas del viento y yo soy la novia de el, la novia del viento.
Amelia, 25 de diciembre de 2010


viernes, 24 de diciembre de 2010

Feliz navidad 2010 para todos mis seres queridos


Creo que esta navidad se me ha colado por el balcón que ni tengo, y ya está aquí, se que para muchos de nosotros ha sido un año duro, para otros un año bueno, sé que muchos han llorado este año adioses para siempre, como también el no tener dinero ni trabajo nos ha dejado sin bragas en la mano, hay mucha gente que lo está pasando, pero aun asi, es navidad, y es tiempo de perdón por unos días, de esa esperanza que todo está bien, que las pocas luces que han puesto los ayuntamientos nos dan esa vidilla, y que todos deseamos en estos días, solo estar con nuestra familia, solo eso, ha muchos nos cambiado la vida para siempre, a otros por un ciclo, a otras el amor se instalo en la cocina y no quiere salir, a otros esperamos siempre que ese papa Noel nos traiga el famoso regalo del novio envuelto en una caja de zapatos, como si el amor nos lo pudieran dar, o regalar, porque creo que todos nosotros en estas fechas, lo que queremos es amor, de madre, de padre, de hijo, de hermano, de amigo y ahí entro yo para ustedes, para mis amigos, y pueda que no haya mandado tarjetas ni chorradas navideñas, porque la vida a mí también me ha dado un nuevo giro, y creo que es a mejor, se cierrra un ciclo, se abre otro.



Feliz navidad a todos, y que el amo siempre cubra nuestros corazones, este escrito se lo dedico a mi muy querida amiga leo, ella sabe porque, y todos los que la conocemos también, te quiero leo,



Amelia, a 23 de diciembre, de 2010

miércoles, 27 de octubre de 2010

A mi hija mar con cariño de su madre. (Escucha la canción que me acompaño)



Si, ya sé que soy un desastre de mujer, que con mis años tendría que tener mi vida más que resuelta, que tendría que tener un trabajo fijo, mis ideas claras, como ordenadas, igual que mi ropa, que nunca ordeno ni plancho, y no digamos del polvo, que lo limpio solo cuando ya es arena, y no digamos del desorden en general en casa, si, ya sé que tendría que tener un marido bueno, uno que me haga feliz y donde tú puedas sentir la presencia de ese padre que se fue a buscar al dorado, por no decir otra cosa más fea, por respeto, porque te engendro, en un día tonto que tuve, pero te engendro,
Sé que muchas veces me ves llorar, y las mujeres mayores ya no lo hacen, como están comiendo pipas y regaliz por la calle, y no digamos de los ositos de goma, y ni te cuento de las veces que me dices que haber si no me da vergüenza comprar tanta cerveza, y bebérmela donde me da la gana, que las demás madres no hacen eso, si, ya se hija mía, que soy un desastre de madre total, que no me parezco a nada a las madres de tus amigas, pero ya ves, yo si estoy a tu lado.
Sé que me gustaría haberte dado una vida mejor, al menos en lo económico, porque creo que te ha dado la mejor vida, simplemente te di a ti, porque cada vez que te miro hija, se me llena el alma de girasoles, y una luz inmensa inunda toda mi vida, y por eso, aguanto carros y carretas de esta vida canalla y cruel a veces y otras burlona, y otras buena, porque te veo grande y feliz, te veo hermosa, y te veo gozar de tu juventud, de esa que yo no tuve porque me la robaron en el tiempo……….pero eso ya paso en mil noches y con mas días y no es digno recordar, porque solo trae recuerdos de dolor y lagrimas, y ahora estas tu, y tu eres, mi lo más bonito de mi vida,
Sé que muchas madres dirán lo mismo de sus hijas, que son las más guapas, las más queridas, pero yo te miro y callo, porque sé que toda mi vida eres tú, tu eres el porqué de mi amanecer diario, el porqué de aguantar lo que esta y lo que vino, tu eres mi obra sin ser yo la artista que te creo, solamente te di el ser, y tu, agradecida por ese gesto, poco a poco te hiciste mujer.
Sé que tener una madre cincuentona y pasada de moda, no es lo mismo que una madre moderna, y sin arrugas como tú dices, sé que no soy convencional y por eso te enfadas conmigo muchas veces, se que te enfadas conmigo porque no salen las cosas bien, pero también sé que me quieres mas a muchas cosas, y me lo has dicho con palabras, que me necesitas y que si no estoy mueres, y eso, querida hija, llega al alma, y me veo entonces que mi vida no ha sido vacía, que hay alguien que me quiere a pesar de mis defectos, que añora mis besos y que no se imagina la vida sin mí, y por eso vivo cada día, un poco mas hija, solo para ti,
A mi hija mar con cariño de su madre.
Amelia

viernes, 15 de octubre de 2010

De pensamientos y recuerdos…………, (escucha mi música con ellos)

Aún me acuerdo cuando el amor era hermoso, aunque ya no lo sienta, pero aún así todavía revolotean ante mis esos dejes de aromas que me acompañaban siempre, esos aromas de realidades, y de colores bonitos, todos con su pincelada de risa fresca, o de pasión en forma de beso robado y no tan robado, de hormonas de adolescente, o sencillamente de ser mujer, sintiendo tal barro en tus manos, maleable según tu caricia me envolvía, días en los que me escapaba de los estudios para hacer novillos y verte en la playa oyendo siempre el mar, y mientras comiéndonos a besos salados y llenos de arena, con esos tejanos apretados lee, y esa camiseta de marca del cocodrilo, porque era un poco tonta y pija, demasiado pelo largo como mis ideas que ya brotaban mas allá de la isla en que habitaba, demasiado flaca y larga para ser de aquí, para ser de allí, para ser de ninguna parte, demasiado rápido mely, demasiado deprisa por vivir, demasiado que el tiempo se escapa y ya son las 9 y tienes que llegar a casa a tiempo porque si no te vas a quedar arrestada todo el mes otra vez, tortillas de calabaza para cenar y una incomprensión de un no dialogo con mis padres, mis hermanas cogiéndome mis cosas, porque son niñas, y mis hermanos, intentando coger el liderazgo de ser el primogénito para pillar habitación con una sola cama, como yo, y así pasaba los días, esperando que fuera viernes, o que se me diera el viento de verte y me volvía a hacer novillos por la noche, y me importaba todo un pimiento si estaba cerca una hora de ti, pero todo eso ha pasado, en un mar de años, y apenas reconozco la chica que le gustaba oír al viento con la mano en tu corazón, con besos de sal y arena, con pantalón lee, y que tenía que llegar a casa a las 9, la chica aquella se quedo en esos años, se quedo en ese paseo interminable, donde cuando dan las 7 de la tarde, otras chicas hacen novillos para ver a su chico, cogerse de la mano, el primer beso, el llegar corriendo a casa……
Ahora la casa está llena de moscas, eso es que va a llover, el flick ya se gasto y pienso que no soporto quedarme si él, la casa está vacía, solo mi fiel perro me sigue a todas partes, donde hay un sinfín de cajas de mudanza por todas las habitaciones, y pienso que ahora sí que vuelvo a mi sitio de nuevo, donde el mar se ve por la ventana, y oigo las voces de la gente en la calle, donde podre caminar de nuevo a ritmo de ciudad isleña, y donde la vida me da lo que un día me robo por una callejuela del dolor, y se me llenan los ojos de lagrimas y el alma de alegría secreta, porque hay momentos que llegan cuando no te lo esperas nunca jamás, y porque solo tú sabes lo que un día se fue, y solo tú sabes, lo que necesitabas antes y ahora, y ves que ha sido siempre lo mismo, es solo tu tiempo, tu tiempo de vivir, de ser feliz,
La verdad es que no me gusta ser mayor, detecto el tener responsabilidades y hacer las cosas porque todos las hacen para el bien de tu familia, detesto a veces ser tan buena chica, porque en todo eso, me he dejado yo misma, y ya a veces no sé quién es la mujer responsable y quién soy yo, detecto, tragarme los años, lentamente a veces y otras rápida, porque si, sin vivir apenas, solo por cumplir, casa, trabajo, trabajo casa, hacer la compra, llevar la niña al médico, casa, trabajo, y así, siempre……, pero más detesto no tener ese trabajo y comerme el coco y la cabeza todo el día en cómo voy a sacar a mi hija para adelante si no hay dinero…..
Detesto muchas veces mis limitaciones de mujer porque ello me impide volar mucho mas de mi cuerpo, de mis años, y me gustaría probar nuevas rutas, otros mares y países, te gustaría estar de aventurera con tu mochila por el mundo, pero miras a tu cachorrita y te frenas porque no eres una malnacida, y si una madre con dos pares de huevos, y un corazón como un corral de gallinas, y aguantas el tirón de la vida, de los sueños que no puedes cumplir porque ya se acaba el tiempo…., y vuelves a sentir ese aleteo en tus lagrimas de que una vez sentiste amor y sentiste la vida en tus entrañas, donde la sangre corría mas aprisa cuando te veía y donde todo era aun posible, porque existías tu, amado mío, tiempo de abrirme como una flor para sentir la suave brisa, o el fuerte huracán de sentimientos que el amor provocaba con el sello tras de la puerta, de que mañana todo podía cambiar, porque todavía eran tiempos donde el día a día, era más que la esperanza, era la certeza de que todo podía ser, y así fue,
Por eso a veces me gusta recordar, porque en esos pensamientos, hay esperanza, (o lo que es lo mismo, juventud guardada, entre esas cajas de mudanzas para mi casa con ventanas nuevas, donde un día se paró el tiempo y no quiso volver, y donde empiezo a vivir otra vez, y si me lo propongo y quiero, hasta puedo oler ese olor que tanto me gusta las tortas de calabaza para cenar…..)

Amelia

miércoles, 25 de agosto de 2010

Recordaré este verano………(escucha la canción que me acompaño durante este tiempo)



Creo que recordaré este verano por siempre por el calor en todo mi cuerpo, por el sudor cayéndome desde la cabeza a los pies, con ese Sol que raja las piedras, y ese aroma como acido y dulzón a la vez que es el marino, que te impregna todo tu cuerpo y tu ropa, y que todavía lo llevas al llegar a casa, recordaré ese mar entre azul y turquesa a veces, marejadilla, mar de fondo y mar en calma, como el esfuerzo físico de cargar cosas, de mantenerte firme cuando el barco da bandazos, de aprender a coger los cabos, y de hacerme la fuerte, mejor dicho, hacerme fuerte, por fuera, ya que por dentro siempre me lo he creído, recordaré este tiempo de madrugones antes del amanecer cuando todos duermen todavía, de trabajo duro, de ver alegría en la cartera, porque el dinero es ganado con el sudor de tu frente, nunca mejor dicho, y donde el dolor se queda atrás, con los años pasados, donde ya no te duele mirar hacia el pasado, porque vives el presente, y el presente es duro, como las caídas que me he pegado saltando de barco en barco, y porque el presente te hace vivir el dia a dia, pero sobre todo, es el verano del cambio de ciclo o estación, donde el dolor de mi amiga del alma, marco el antes y el después de una época, porque esa mañana por la mañana con su vos ronca por el llanto de que su madre había muerto, me partió el corazón de parte a parte y no supe que hacer ni decir para evitarle la pena de ver a su madre en esa caja con el manto de la virgen del Carmen, su llanto todavía me persigue cuando tengo un minuto de descanso, y de nuevo se me parte el corazón de ver como lo irremediable en esta vida es la muerte y de ahí nada se puede sacar, solo la resignación que no llega en ese momento, sino años después en que te acostumbras a vivir sin la presencia del ser amado, en este caso, la madre, . No había sentido yo ese dolor de la impotencia, de no poder consolar ni con palabras ni con mi presencia el dolor del alma, cuando se va una madre, fue como un bofetón de madrugada, como una sacudida por el cuerpo, una realidad espesa y afilada, me quede de piedra, sin apenas sentimientos para expresar, así comenzó mi verano, con el dolor de mi amiga, un dolor que enseña, que te abre los ojos, y que ves que la vida siempre gana la partida, y que es ella la que decide el tiempo que te da, el tiempo que nos da para las cosas buenas y las que duelen de cojones, el tiempo del dolor y del amor, el tiempo del arropo, y el tiempo del desamparo, y después de eso, llego mi trabajo de sol a sol, mi cambio de aires, mi vuelta de la ruleta de la fortuna, donde lo único que he hecho es dejarme llevar por este tiempo a ver donde me lleva, y me ha llevado a ver de nuevo el mar, justo donde nací, a tener esas ventanas grandes y con esa claridad que siempre veía en mis sueños, a tener mi casa nueva, a volver a mi sitio de siempre, porque después de dar vueltas y vueltas, la vida me coloca justo enfrente donde naci, donde parti hace años para vivir la historia de otros y no la mia, y donde después de dar tanto ir y venir pa `qui y pa´llá., me pone justo donde tengo que estar ahora, mirando a mi mar, desde el amanecer al atardecer,
Este verano no hay para mi verbenas, ni baños en la playa, no hay salidas de cine, ni copas en la barra del bar, ando cargando cajas y barriles de cerveza, cagandome en el calor de esa cocina donde me han puesto a trabajar, ( porque no hay nada peor que hacer bien las cosas, las cosas que a nadie le gusta hacer), donde triunfo como la coca cola en en el desierto, y donde me encuentro en una nube de vapor de calor, donde a veces si me da tiempo me asomo a cubierta y puedo ver los delfines, bueno, la aleta, porque no da tiempo a mas, y donde se me encoge el alma cuando pienso que todavía me queda llegar a casa, donde la encontrare patas para arriba, donde tendré que hacer la compra, hacer la comida, sacar al perro, y no da tiempo para mas, porque la noche es corta y ya te tienes que levantar, este verano lo recordare toda mi vida, con la luz cegadora del sol reflejada en las aguas de mi vida, con ese calor que me persigue incluso hoy en casa, siendo mi dia libre, pero un calor que libera, porque es el calor de la estación del cambio, donde he aprendido a pensar diferente, porque no hago lo que quiero, sino lo que debo para conmigo y mi familia, porque hacer lo que quiero es vivir otra vida, en otro cuerpo y otra historia, y porque hacemos lo que decidimos hace años, justo cuando salimos de esa casa con esas ventanas dando al mar, y donde y cuando es hora volvemos, justo la vida nos trae con esa pleamar y bajamar.
Amelia, verano del 2010

sábado, 24 de julio de 2010

Del lechi y lechi del bar de los muertos, a marinera con fregona, (escucha la música que oigo al atardecer en el barco)

Ya me lo dijo un conocido hace años, mejor dicho, me lo corroboro, vayas donde vayas y si eres mujer y los demás son hombres, lo primero que te dan para que te pongas a trabajar, es un fregona, pasas de salir de tu casa para ganar el pan con el sudor de tu frente y hacer otra cosa que no sea mantener tu casa limpia, a ser la fregona de empresa en general, y es que si te ven se olvidan de todo, se ponen a hablar entre ellos y dan por hecho que tu sola haces el trabajo de ellos y el tuyo también, ya no somos la madre en general de la vida, ya somos criadas para que sus humildes no suden bajo el Sol de la mañana o la tarde, y si no, te mandan como si fueras el recadero oficial, y una, como es responsable, humilde y trabajadora, (de momento, hasta que me harte hasta el pinganillo y de cuatro esperridos de los míos, míos propios), lo hace. He pasado del bar de los muertos, (como lo llamaban los chicos de los almacenes), donde ponía lechis y lechis y bocadillos de lomo con tomate y sin el, entre los alegres camioneros, y los familiares del difunto de turno, donde por comer y beber, por eso del muerto al hoyo y el vivo al boyo, dejaban al pobre muerto más solo que la una, y yo que no daba abasto para tanta deudo habido y por haber, me decía por lo bajo y para mí misma, señores, que el velatorio es en el tanatorio y no aquí, y ponía buena cara, porque sabía que cuando uno está enfadado con la vida por llevarse a un ser querido, todo se perdona, y le hacia lo que pedían, aunque dieran por culo cuando te pedían diez cafés de distinta manera a la vez, como una largo oscuro y templado, y uno corto, ardiendo y hasta la mitad, o un lechi y lechi, con mas condensada que leche líquida, pero en vaso corto y la cuchara mirando pa Cuenca, o los bocadillos con 20 cosas dentro, pero le tienes que quitar la miga, y yo lo hacía también, y bueno, al menos hay nadie me mandaba, ni me daba la fregona, porque solo estábamos mi compañera y yo, dando de comer a cuatro funerales a la vez, y ahora he pasado del bar de los muertos a los barcos donde soy la escoba y la fregona, la cocinera y la chica para los recados, mas no me quejo, veo el mar a veces cuando salgo de la cocina para respirar aire con yodo, porque si es por ellos, me dejan en el inframundo de las pechugas a la plancha y las papas arrugadas, claro que esto lo podría haber hecho de mil amores a los 20 años, pero ya con 50, me pesa el alma y la vida, pero yo doy por culo un buen rato, porque todavía puedo trabajar con mis dos manos y demostrar que aunque me den la fregona todo el rato no me achanto, y aguanto y traigo el pan para mi casa, y es que la voluntad del ser humano es tan fuerte como la ley del amor, la ley de la gravedad, y la ley de lo igual atrae lo igual, y el dinero atrae el dinero y a perro flaco todo son pulgas, y pienso que aunque nos llamen el sexo débil, somos más fuertes que ellos, pues aun no teniendo la fuerza física de los hombres, tenemos el valor y el coraje de embarcarnos en todas las empresas de la vida, para sacar a la familia adelante. Eso sí, mi vista se recrea con tanto marinero guapo y fornido por el muelle, tanto torso desnudo, y tanto mano grande y fuerte, y es que una admira la belleza del sexo opuesto y a quien amarga un dulce, y aunque no veo a nadie mirando, se que todos los ojos están puestos en mi en el muelle, por ser marinera y por ser mujer, y yo ando ligerito y salto de barco en barco, y parezco una ardilla y parezco una moza, y cuando entro en mi barco, cojo la fregona, miro al horizonte, y me digo: Con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela, no corta el mar sino vuela, un velero bergantín...., Y me digo que lo conseguí, soy la fregona del barco, pero capitana a la vez, porque de nuevo, vuelvo a coger el timón de mi vida otra vez.
La Mely you.

lunes, 28 de junio de 2010

Como me gustaría ser Catedral y no solo arcilla, (escucha la música que me acompaño)



Como me gustaría ser la firme roca, ser Catedral, firme, grande, fuerte, piedra, como me gustaría ser así en mi vida, y no esta blanda arcilla que cubre mi cuerpo, este barro que se torna blando con el agua y el sol, o duro como una costra, maleable a los cambios y a los caprichos de los sentimientos y la gente, como me gustaría ser alta y firme como la catedral, que nada ni nadie enturbiara mi paso hacia el cielo con mi mirada mas allá de las nubes y ese sol que me impide mirar fijamente aquello que deseo y quiero, me siento tan terriblemente humana que tengo ganas de patalear, o de meterme en la cama un siglo entero y no salir nunca más, o de esconderme debajo de ella y no salir cuando preguntan por mi, o no existir cuando las cosas no salen como yo quisiera, porque la gente se olvida de las palabras que dieron, o simplemente somos números azules o rojos, según su conveniencia, se que ser una Catedral es un poco aburrido, siempre con la piedra gris, solo con los colores de las vidrieras, con sus santos de oro, con sus tronos y sus sahumerios de plata, sus maderas nobles, pero tienen la mirada altiva y siempre miran al cielo, y nadie, pero nadie se puede comparar con ellas, ni tan si quiera, la humilde ermita centenaria, ni la iglesia del pueblo, todos se quedan ensimismados mirando su grandeza y su altura, su piedra fuerte y toda su historia, porque la historia de los pueblos se lee entre las grietas de ellas, están tejidas en un lenguaje de siglos, que escondidos entre suspiros y pensamientos, se agazapan entre todos los rincones de ella, se que podrán decir que el cuerpo humana es más grandioso que ella, pero no me veo así, me veo pequeña, para mirar al sol tengo que ponerme las gafas oscuras, y hay días como hoy que no me siento altiva, no me siento fuerte, y me quiero meter debajo de la cama y no salir cuando me llamen, o mejor aún, dormir cien siglos enteros, porque la vida es a veces muy perra, y cuesta caminar por ella y una se cansa de tanta canallada, y no te sientes tan fuerte para ir pisando fuerte por la vida, porque para andar por ella se necesitan buenos zapatos y buenas alforjas, y a día de hoy, los caminantes estamos ya con el calzado gastado, las alforjas vacías, y el ánimo más que un poco por los suelos, y por eso, cuando miro a mi Catedral la admiro, y pienso que me gustaría ser como ella.
La mely you
Foto de la Catedral de las Palmas, (sacada con mi móvil)

jueves, 24 de junio de 2010

Noche San Juan 2010 (escucha la música que me acompaño esta noche)



Esta noche de san Juan no tengo ganas de saltar la hoguera ni quemar la ropa, no tengo ganas de coger la escoba y dar siete vueltas con mi gato maragato, más que nada porque hace ya 4 años que me lo mataron y me lo dejaron más seco que un bacalao en la puerta de mi casa, esta noche no voy a hacer conjuros ni encender velas, no voy a buscar lenguas de lagarto guancho y gomero, no voy a buscar mandrágoras al monte, ni cagadas de sabandija, más que nada, porque el calor aprieta a veces sí y otra no, y con esto y lo otro, el día se me va entre pensar si hago o no hago lo de volar con escoba, o limpiar mi casa un rato, que ya es hora, y ser bruja en estos tiempos modernos, si no echas las cartas y cobras, como que no da glamur en este mundillo de parados y de chorizos de ayuntamientos mal avenidos y bien recibidos en sus arcas rebosantes de sueños de ciudadanos y de aires de grandezas de ellos mismos, esta noche de San Juan me quedo en casa tranquilita mirando pal´ Tejado de mi vecina la alemana, que jode la marrana, un día si, y otro también, y es que no siempre llueve al gusto de todos y este año llovió por aquí un poco, y mal por cierto, como siempre, por eso del clima primaveral y las islas afortunadas y la leche machanga también, y como este año de San Juan es como el año las Coles, que es eso, raro, rarito, raro, y como bruja soy y rara, como dice mi madre, no dejo de pensar que esta noche andan sueltos los amores, los viejos y los nuevos, los que nos hicieron reír y morir, los que nos hicieron gemir y suspirar con amor y pasión, los que nos hicieron llorar, los que nos hicieron vibrar y temblar como la hoja y la flor en el mes de abril, porque mucho saltar en la hoguera, mucho solsticio de verano, mucha gaita y mucha queimada, pero esta noche es solo para saltar la hoguera y pedir amor, del bueno, del bonito, del barato, del de todo para la vida y del de solo un rato, o una estación, o una primavera, pero por favor, no me hagas no bajar la cremallera de mi pantalón cuando te acercas por la veredita abajo, por la calle desierta, por la noche en el terrado y en el callejón, en la playa al mediodía y por la noche en mi balcón , y con mis sabanas de holganza, en mi almohada con encajes de bolillos, en mis cortinas caídas, por favor, dame un beso, que me dejas indispuesta con tanto ardor en las venas y con tanta primavera tardía, con tanto calor de invernadero, con tanto cambio climático, y con tanto desfase en el mundo, solo quiero enredarme en tus brazos, darte un beso de esos que quitan el hipo, porque no te dejan respirar, y que me ames por siempre jamás,
Por eso este año no salto la escoba, porque estoy enredada en tu alcoba, Feliz Noche San Juan 2010.
Amelia

viernes, 21 de mayo de 2010

de pasión y de ganas de vivir


Porque llegar hasta aquí me ha costado mucho, porque todo este tiempo es como si nada, como un suspiro, como un abrir y cerrar de ojos, como agua entre los dedos, eso han sido mis años hasta ahora, y creo que he vivido algo bastante, quizás no siempre lo suficiente para conocer todas las almas y razones de esta vida, pero si al menos para aceptar lo que mi mente no puede comprender ni entender, porque la vida no hay otra ni vuelta atrás, o vas con ella, o te mueres como una garrapata,
Bien tengo que decir que a veces las lides no han sido justas, y que el sabor de la derrota me ha parecido más amarga que la cicuta que nunca he probado, pero también tengo que reconocer que yo también he sido ganadora de lides injustas para muchos y que baile con mi corona de laureles todo el tiempo que me duro la gloria, tan efímera y liviana, como una señorita que se esparrama como polen sobre las abejas, y que de todos los tiempos pasados, el que más recuerdo y disfrute con ellos, es el de la lucha, es el que siempre luchaba por conseguir algo, un trabajo, una casa, un estudio, un cariño, un amor, una amistad, unos pendientes, un libro, una hija, y un compendio de todo, si me dijeran que resumiera la vida, diría que es lucha, de principio a fin, pero con pasión, sino tienes pasión por lo que haces, apaga la luz y vámonos, y en eso si que hay que tener cuidado porque muchas veces la vida te va quitando las ganas y el interés porque la decepción es más grande que la pasión, y te desilusionas por todo, y te desengañas con la verdad de la miseria humana, y te cuesta pero que muchísimo volver a creer en tus sentimientos puros y en la gente con ellos, y cuesta volver a tener una ilusión por la que luchar y por la que sentir, y si pierdes el gusto a eso, la vida es una pura cagada, te conviertes en un ser anónimo y no en protagonista de tu propia historia, y parece que solo esperas que llegue el final del viaje que no te ha llevado a ninguna parte, y tienes que espabilar para coger el hilo del seguimiento de los días y sentir unas lagrimas en tu cara, o una sonrisa en tus labios para sentir que sigues viva, y te deja sorprendida que puedas sentir algo en tu corazón como la pena y el dolor y no te deje indiferente, y suspiras aliviada y dices menos mal!!, no estoy muerta, puedo sentir!!, y lo que pido en estos años que me quedan, que pueden ser muchos o pocos, me da igual, que sean con mucha ilusión y ganas de luchar por ello, que mis días tengan fuerza suficiente para querer conseguir con pasión lo que anhela mi corazón, y que mis noches sean el manto que me cubre con ellas al dormir,

Amelia,

lunes, 3 de mayo de 2010

El sonido que mas me enternece es el violín, (escucha sus notas cuando la luna se esconde)



Tus notas son palabras que tengo guardadas con siete candados y siete cerrojos en mi corazón, palabras robadas una vez por una dulce historia, en un mes de abril, donde las siete llaves, solo eran siete mentiras, que no llevaban sino al séptimo infierno, y la eterna locura de la sinrazón. Por eso solo a veces, cuando ya no hay luna dejo que tu magia me envuelva, y llena de sentimientos mi casa, todos duermen bajo la caricia de la noche, y los sueños flotan mas allá de la noche, la paz vuelve envueltas en las sabanas de la tranquilidad, y la extraña tibieza de la tristeza es como un bálsamo para las heridas curadas, y con esa suave melodía que me habla de todos los sentimientos que poseemos tras todos los condados y sus llaves, tiradas al pozo de los deseos, y algunos muchos más lejos, al fondo del mar, donde marineros con levita, bailan con sirenas de ojos tan tristes como mar infinito, que aleja y acerca todo lo querido, dulce violín mío, donde el vino añejo de los años se confunde con la mandrágora amarga del desamor, por eso, en noches como esta, cierro mis ojos al caer la noche, y dejo que tus notan envuelven mi mente en amoroso abrazo del amante solicito, y digo mi frase preferida cuando me preguntan por ti, el sonido que mas enternece es el violín………….
Amelia

sábado, 1 de mayo de 2010

Mayo



Mayo es un mes bonito, es el mes de las flores, de San Isidro Labrador, de la Comuniones, donde las niñas van de novias antes de tiempo, y los niños de pequeños hombrecillos de la bolsa, porque ya no se estila ir de marinero, ni de capitán, ni las niñas de monjas, también es el mes de María y de hacerle novenas, y por eso las monjas y las beatas están con el rosario a todas horas, pero sobre todo es un mes que tienes tanto frio como calor, en este mes todos los años, cogía el primer sol del año, el quinto mes como el quinto caballo del apocalipsis, es un mes que invita a fiesta, que me parece verlo decorado con farolillos de feria, flores de mundo y organzas de comuniones, todavía no aprieta el calor, y el aire se vuelve festivo con colores y aromas de azahares y azucenas de iglesias, también es el día de las madres, que me da por culo y el día del trabajador que también me da, antes porque los trabajaba siempre, y ahora porque no los trabajo, y es que no siempre llueve al gusto de todos, y todo da vueltas como la rueda de la fortuna, se me olvidaba de las cruces de mayo, donde cada casa tiene una cruz engalanada de flores en el pórtico, , vieja tradición que arraiga desde hace mucho de los tiempos, en mi casa nunca se ha puesto una porque a mí eso de las cruces como que no me hace gracia, pero igual me vuelvo conservadora con los años y en una de estas me veo amontonando claveles y helechos en una cruz, pero me gusta este mes, en el aprendí a leer a los 8 años tardíos en un Santander húmedo y lluvioso con rosas silvestres en los resquicios de las aceras, con jardines en colegio de monjas y cocina de leña en casa, también me recuerda a mi abuela que siempre me engalanaba en ese mes como a una reina. Mes de mi primer bikini en pandilla, y mi primer beso con el chico de la ventana de enfrente, mi primer baile donde no baile, y el primer corazón que robe y lo guarde en una caja de cola cao de lata con dibujos chinos y con olor a chicles bazoka, decir mayo es volver a la inocencia de los primeros años, donde aun todo era posible, donde nada malo ni oculto había en las intenciones de nadie, o yo no las veía, porque decir mayo es decir los 15 años y en esa edad todo es bonito y profundo, o tan liviano como las flores de las buganvillas, que con un poco de viento se echan a volar, también es el mes de las tartas, blancas y con merengue y otras de nata, mayo es un mes blanco adornado de flores de colores a los lados.
Amelia

Feliz Día del trabajador con 4.000.000 millones de parados en España,



Feliz Día del trabajador con 4.000.000 millones de parados en España, el 20% de la población está sin trabajo, y la mayoría con más de 45 años, cuando es más difícil reengancharse al mundo laboral, las empresas discriminan por edad, el gobierno parece que eso no lo ve, o lo obvia, y no digamos si eres mujer, pues la pobreza y la miseria son femeninas, cosa que lo saben, pero miran para otro lado, o simplemente están muy ocupados en debates como salir de la crisis y el Juez Garzón, y mientras la cruda realidad se hace día a día para apenas poder llegar el día 10 de cada mes para los más o menos afortunados cobran sus 426 euros del subsidio del paro. La verdad es que no me sale escribir más bonito, como tampoco me sale escribir algo que este fuera del alcance de nuestras fronteras, no sé lo que hacen nuestros sindicatos, serán que están muy acomodados en sus despachos. Este día del trabajador estaré con todos los compañeros que como yo, nos comemos el coco un día si, y otro también en cómo sacar a la familia adelante, y aunque la miseria es femenina, el paro es neutro, y ahí estamos todos en el saco, hombres y mujeres, que tenemos bocas que alimentar y no tenemos con que, no me tengo que ir muy lejos para ver la miseria, la tengo en casa, yo soy ese 20% de los que este año no tenemos ni con que ni nada que celebrar.
La Mely you.

jueves, 29 de abril de 2010

Meditaciones entre calima y migraña. (Escucha el video que me acompaño)


Cuando entra la calima en la isla, todo el peso de la gravedad se te va a tus fosas nasales, a tus ojos, a tu cabeza en forma de migraña, y en garra que oprime tu pecho si eres delicado de sentimientos, y te ahogas, te limpias las gafas una y otra vez pensando que son tus cristales que empañan la vista, pero no, es la neblina pegajosa que envuelve la isla, el aire cálido se filtra por las rendijas de la ventana, de la puerta y de la azotea, el piso parece una pista de baile deslizante, y solo abrir la puerta parece que entras en el horno del infierno y depende del viento o no, sabes si el horno esta para queque o para manzanas al horno por el calor, días así es cuando por cojones me paro en seco y no hago otra cosa que asentir y decir a todo que sí, porque no te queda otra, el dolor adormece tus sentidos y lo único que quieres es para y reposo para tu lindo cabezón, y te pones a pensar, bueno mejor dicho a meditar, porque llegas al umbral del dolor casi en éxtasis místico y te pones en estado Alpha, y es ahí cuando le das la vuelta al molinillo al revés y de repente entre el caos de todo solo ves la luz de la tranquilidad, son los momentos mágicos de la isla, y nada que ver con lo que anuncian en la tele de Islas Afortunadas, la isla es esto, mar, arena, roca, montaña, viento, y calor con calima, cada vez más frecuente, y cada vez más espesa, como un puré de guisantes, o del potaje de verduras del día anterior, nada que ver con las playas interminables de Fuerteventura, las montañas de Tenerife, ni el verde de la Palma, ni nada que ver por supuesto de nuestra querida Gran Canaria, tan cosmopolita como tan olvidada de tantos del gobierno de la madre España que a veces nos tenemos que reír, como todavía no saben ni donde estamos situados, y mi hija y yo nos reímos en el telediario cuando vemos al hombre del tiempo decir que en las islas hace “unas suaves calimas”, como si 36 grados fuera moco de pavo, y el polvo que te entra por la nariz, fuera bocato di cardinale para los sentidos, pero ese momento de risas entre mi hija y yo compartido bien merece la pena todas las tonterías dichas, y toda la calima del mundo, a fin de cuentas, la calima pasa, y tras de ella, aparte de traer cuatro cigarrones, porque para eso es dadivosa la naturaleza y no te envía la plaga entera, te deja la tierra calentita, y los capullos en flor, porque mientras más reseca parece la tierra, mas da sus frutos, y con poco se llena la tierra de vida, y de ideas frescas en tu cabeza y de una infinita ternura que te envuelve todo el día, como si fuera una túnica larga con turbante, para protegerte de lo malo, y tan bien como no, de lo bueno, para que no se te atragante de golpe, como si fuera un polvorón de navidad, y me vuelvo a reír cuando escucho que el gobierno ha logrado en estos dos años, bajar en un 70% la llegada de pateras a la isla, como para echarse flores ellos mismos, cuando hasta los negritos son listos como Calixtos y ya saben que Canarias no es la puerta de Europa, y ya no es el euro fácil, y que esta crudo venir aquí, y que esto no es el paraíso prometido, solo la isla de enfrente, donde es más suave la calima que en su país, y donde ya no atan a los perros con longaniza, por eso ya no vemos la miseria y la muerte de años pasados, y solo nos centramos en el ombligo de la nuestra, creo que será un fructífero verano, con hambre de calor y de playas y de ganas de hacer cosas, y yo estaré en ellas.
La Mely you you esperando que pase la calima y la migraña

domingo, 18 de abril de 2010

Y un poco de amor…(escucha la música que me acompaño)



Hoy momentos que permanecen inalterables y tal como fueron creados, como el suave batir de alas del amor, del suave roce de la caricia en mi cuello, de la mirada tras la ventana de la esperanza, de la lejanía acortada por esa carta, de la distancia en puro camino por las palabras, del olor de la vida nueva con carita de ángel de los hijos, de la explosión de hacer el amor cuando amas y eres amada, como de los momentos bonitos de la vida, como la risa con que se te llena la casa, la verdad de las palabras y como fueron dichas, y no amando, sino creyendo en la persona que te las dedica, esos momentos que son puros, porque son tuyos, son pequeños tesoros, pequeños apéndices en la memoria de la vida, de nuestra vida, para recordarnos que si fuimos felices, y que siempre es posible volver a ese lugar donde nacimos junto al lado del mar, en esa marea de sentimientos, donde tu puerta es justo la que se abre justo mas allá del horizonte, tu puerta que da a la marea, es justo la puerta donde puedes volver a danzar con nubes y olas, donde la piedra y la roca son tu pilar, y donde la escasa arena es solo tupida alfombra para andar de puntillas por la vida. Hay momentos donde me permito llorar de alegría, por lo que fue y no tengo, y por todo lo que permanece a mi lado desde el justo momento desde que se creo, como el amor, y digo amor, y lo digo con mayúsculas, ese amor del bueno, del bonito, del caro, del de toda la vida, porque la vida es tan solo un soplo de felicidad, y mil caídas a tierra todos los días, y tan solo por ese soplo donde tu alma y tu cuerpo gravitan en perfecto estado de armonía, merece la pena vivirlo y luego morir en paz.
Justo cuando pienso eso, me calzo mis zapatos nuevos, me miro en el espejo y hago balance en esos pequeños tesoros, como también de otros que tire de la cadena del váter cuando no me servían para nada, e intento ver tras el espejo el paso del tiempo en mi cara, en mi cuerpo, y no encuentro nada, el camino no está en mi rostro, si quiero ver el rastro de todo lo vivido, tengo que cerrar los ojos y mirar dentro, muy adentro de mi corazón, y es allí donde veo lo que fui, lo que soy y lo que algún día seré, y eso solo es esto que narro aquí, una mujer que amo y fue amada, que tuve destellos de felicidad, que lleno su casa de risas, su camino de historias, unas buenas, y otras que no merecen la pena de ser contadas, porque siempre que pienso en ellas, se me escapa, y como no, esa furtiva lagrima que siempre se me olvida tirar por la cisterna del váter porque se entremezcla como en un molinillo donde el amor y el dolor van cogiditos de la mano, y sobre todo porque son ausencias que duelen más que el cariño, porque mi mano ya no los podrá tocar, porque están ya mas allá de este mundo de dolor y de amor, y veo que ya el camino me lo sé sobrado, y que pocas sorpresas me quedan detrás del espejo, intento llevar conmigo en el monedero esos momentos buenos y puros, como si de un talismán se tratara, y hago hueco para ir guardando los nuevos que la vida me tiene preparada.
Amelia

miércoles, 14 de abril de 2010

Estoy un poquito harta.





La verdad es que estos tiempos están revueltos, están disparatados y están las cosas unas encima de la otra, no hay quien menee un pie sin encontrarte un tropiezo o un atajo para llegar a tu sitio, o encuentras la cara amable de la gente, o encuentras su desidia, y como siempre tu estas en medio y eres participe y protagonista de la andadura, tienes más de una opción que hacer y decir, yo últimamente estoy en que me la pienso más de una vez para hablar o contestar, por eso de que estoy cansada de luchar contra corriente, y también por demostrarme a mi misma que son ellos los que no furulan bien con el carro de la vida, y por eso mientras hablo y escucho, los miro y medito, y me quedo pensando que hacer, porque yo quiero ir de buen royito.com, pero no me dan opciones, y lo más normal es que últimamente parezca una mema con medias palabras trababas en mi lengua, por no decir y alto y claro, vete a tomar por culo, pero me callo ese fugaz pensamiento, e intento razonar con el susodicho tropiezo, para dejar en tablas la resolución de la discusión, que puede ser algo tan vital que te entreguen las cartas en tu dirección de siempre, o que te miren con la dignidad que requieren tus ojos por un profesional, o informarte de un curso, o yo que sé, el caso es que al día te encuentras mucha gente buena y amable, que te devuelve el saludo, y otra no tanta, que te rompe los esquemas y te joroba la vida, y como estas en el otro bando, como si fueras una roja en tiempos de posguerra, pues parece que no existes y no tienes derechos adquiridos por una constitución española, o por una declaración de los derechos humanos mundiales, y tienes que ir de puntillas y de por favor te huelo el culo para que me des unos servicios que te pago con mi trabajo y mis impuestos, pero tú te los pasa por el forro de los badajos, porque eres funcionario de lo que sea, pero que nadie te quita tu puesto ni tu sueldo a final de mes, y por eso te tomas las libertades de hablar mal, con despotismo y con arrogancia, y por eso, a veces trago bilis y otras me las pienso antes de contestar. Y es que me jode un huevo y parte del otro que porque no tengas dinero, no tengas una buena sanidad, o servicios, porque no tengas dinero casi seas un paria en tu propia tierra, que porque no tengas dinero no te respetan como persona y te traten como una cosa, porque las cosas no tienen sentimientos ni sienten ni padecen, pero yo sí, tengo un corazón que late más fuerte y más aprisa según la ocasión, si me pinchan salto, si me lastiman lloro, y si me tocan el corazón puedo con ello llegar al cielo, al fin y al cabo soy como todos, solo una persona, en estos tiempos difíciles para muchos, en estos tiempos que necesitamos más de todo y de todos, deberíamos ser más personas y dejar a un lado la maldita superioridad, en estos tiempos difíciles, deberíamos tener más el corazón de oro y dejar la moneda de plata de los traidores y falsos para solo adornarnos las noches de parranda, ser más solidarios y mas buena gente por favor, si salgo de esta seré más fuerte que las murallas de Jericó o estallare como una olla exprés.
PD: Estimado Sr. Zapatero y demás Politiquillos de Ocasión, a todos ustedes me gustaría verles en mi pellejo, y así veríamos como se vira la tortilla y se cambia de opinión y aptitud. Amén.
La mely you.

martes, 6 de abril de 2010

Del hacer de las tomateras y cosas de mi tierra



Siempre admire a esas tomateras de antaño, solo tenían un cuartito, que era la alcoba de matrimonio, con lo único que se habían casado, su cama matrimonial y su ajuar de sabanas, detrás estaban la cocina de petróleo, cuatro tablones para los platos, cuatro calderos, y algunas solo tenían fregadero, lo demás a balde de agua. Venían de trabajar desde el alba con su marido, y luego llegaban a casa y a limpiar, y así poco a poco hacían más que el cuartito que tenían, criaban a sus hijos junto a ellas, en la caja de tomates, esa era su cuna, su parque, su guardería y su todo, mujeres jóvenes y limpias, porque eran limpias como los chorros del oro, ya apenas hay tomates, pero siguen las mujeres, ahora hay más trabajo en Sur, de camareras de piso, trabajo ingrato y duro donde los haya, que yo intente una vez hacerlo y solo pude aguantar tres días, porque por poco ya ni me levanto al cambiar las sabanas del cuarto que se me hacia interminable por limpiar, no por pesado, sino por rapidez, once habitaciones, catorce y hasta veinte y dos, a mi ya el hígado se me salía por la boca, no sé como ellas aguantan día tras día, y luego llegan a casa y se ponen a limpiar mas y mas, y da gusto verles las casa relucientes como el oro, yo nunca he conseguido eso, como mucho y por maniática, los pisos limpios como una patena, los platos fregados, y la comida echa, del resto, pues cuando está sucio lo limpio, y el polvo como no veo bien, pues puede pasar un tiempecillo hasta que yo vea que se forma una montaña de arena en la tele, porque como es negra, se nota. Sin embargo tengo que reconocer, que muchos libros no hay en esas casas, igual una enciclopedia, todo doblado y ordenado pero ni un segundo para ellas, pero son felices, yo las veo felices, disfrutan trabajando, adorando al marido y criando a sus hijos, planchando y no sé si les da tiempo a dormir, a veces me gustaría ser como ellas, simples y eficaces, sin tanto darle vueltas al trompo como hago yo, comiéndome el coco todo el día, por esto o lo otro, o queriendo irme siempre de mi para ir a países más raros, con más gente, con mas color, o con un color diferente al mío, puede que eso sea genético, que se lleve en la sangre el orden y la limpieza, como yo solo conozco a mis hermanas, la casa llenas de libros, un desorden de papeles, cerveza o vino, y mucho tiempo para nosotras y apenas un poco para limpiar el baño o la cocina, porque es lo único que esta al día, la cama porque solo la hago para cambiar las sabanas, y la plancha creo que hace años que no la uso, lo único que hago y por obligación es cocinar, mi hija no perdona una comida y no cuela un bocadillo, ella quiere comida, comida, de cuchara mejor. Hay cosas en mi isla que me gusta, como son sus mujeres, las de antaño y las de ahora, siempre las he visto trabajar, cuando no había ni agua ni luz, se cagaba en los cercados, se limpiaban el culo con una piedra, pues ni periódicos había, porque la gente de pueblo no leía, con su loza barata en el barreño, su radio para el futbol del marido, y su traje de bodas guardado como oro en paño entre pliegues de sabana y bolitas de naftalina, ahora ya se casan menos, las bodas son caras, pero casi todas tienen su piso, su coche, su independencia, pueden que muchas no tengan libros ni los lean, pero hacen una labor muy grande, dan vida, dan tranquilidad en la casa, y también como no, te dan esa seguridad de que todo irá mejor, solo con hablar con ellas, al decir los buenos días, te hace sentir que estas a salvo y segura entre la redondez de la isla y las cuatro esquinas de mis pensamientos. Amelia

viernes, 26 de marzo de 2010

La narradora de historias. (Escucha la música que me acompaño en estas cuatro letras de pan y pimiento)



Por enésima vez volvió a mirar todo lo andado, miro las cuatro paredes de su casa, el pasillo luminoso, la cocina sin ventana, el baño pequeño, sus tazas de café por la mañana, su vaso de cerveza por la tarde y su copa de vino, cuando a veces el anochecer era amable, o no demasiado, también miro los cuadros, las fotos, las bombillas, y las pocas lámparas, sus zapatos sanos de las mordidas de su perro, los perfumes gastados, y los mil recuerdos entre las esquinas, también miro el programa de la tele, el perro durmiendo en el sofá, la cama sin hacer, como siempre, y sumo los peldaños de la escalera, y dieron 16 escalones, los justos hacia el cielo, o al infierno si lo querías mirar así, miro sus papeles ordenador por fin en carpetas, así como sus sentimientos, y se dispuso a hacer lo que siempre había querido hacer, aquello para lo que había nacido, aquello que era fácil para ella, poner en papel sus ideas, poner el corazón entre líneas para ser leídas, y luego corregirlas con la cabeza, tenía un montón de ideas, y aun muchas historias por contar, hizo un borrón enorme en sus folios y puso cuenta nueva, el teclado le esperaba, esa noche y mil mas, y creo que siempre que el tiempo le dejara escaparse entre el ruido de la calle donde no pasaba ni un gato, las obligaciones de ser madre, y las horas muertas que se escapaban todos los días, puso título a su libro, y así con la cabeza todavía en vertiginoso ir y venir de letras, pudo amarrar algunas frases y así dar forma a sus ideas, no sin antes mirar de reojo por sus gafas, un poco con la vista levantaba de ellas, como siempre que quería fijarse en algo sin mirar, saco su frase preferida del tintero, y se rio de ella y de todos, y dijo lo que siempre dice cuando algo le da igual y ya no le importa un pimiento, y morrón además, se caló de nuevo sus gafas y se dispuso a escribir esas mil historias que aun tenía que contar.
Amelia.